Sobre cómo se origina cada año allá arriba en los polos la fascinante aurora boreal que cautiva a todo aquel ser que la ve, hay mil y una teorías científicas. Pero si te sientas en las montañas, ahí, al lado del bosque blanco, en ese pequeño saliente que parece que fue creado para poder observar la belleza de la naturaleza y la contemplas, puedes observar que las imágenes cobran sentido. Te cuentan una historia, te embriagan con esa magia pura que no puedes dejar de mirar.
Ahí está, ¿le ves? Mira cómo corre, qué velocidad. Es increíble. El precioso zorro ártico que vive en una cueva infinita que ningún ser humano ha podido encontrar nunca a lo largo de la historia y que nadie debería buscar, ha salido por fin, otra vez, como cada año. Es un augurio genial, significa que todo irá bien este año, que nada va a ser modificado, que serás feliz, como siempre lo has sido. Tendrás problemas, sí, pero siempre habrá alguien ahí para ayudarte. No estás solo, nunca lo estarás.
El zorro está llegando a su destino, ya ha cruzado todo el polo, y con los golpes de su cola, ha iluminado el cielo de los colores del arco iris. Pero en nada y hasta el año que viene, el zorro concluirá el espectáculo de colores en el cielo, y procederá a su descanso invernal hasta su próxima carrera. Espero que lo hayas disfrutado, pues quien sabe cuándo volverá el zorro ártico a surcar las nieves. Quizá no vuelva a salir o quizá lo haga antes de lo previsto. Quién sabe qué es aquello que motiva la fogosa e inquietante alma del zorro ártico en su curioso trayecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario